Además de los estímulos para el desarrollo inmobiliario en el Centro de la capital antioqueña, establecidos en el Acuerdo 66 de 2017 (o estatuto tributario), la intención de avanzar en la renovación urbana y el interés de empleados y estudiantes por fijar su residencia en esa parte de la ciudad, se constituyen en los aspectos más relevantes que la industria edificadora observa para emprender nuevos proyectos.

Para establecer el perfil de los empleados y estudiantes que tienen la intención de vivir en el Centro, Camacol y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) elaboraron una encuesta.

La indagación reveló que el 50,4 % de las personas que trabajan en ese sector de la ciudad preferirían tener su residencia allí, justificando su elección por aspectos como la ubicación y el transporte. Adicionalmente, el 57 % reside bajo arriendo y 11 % en casas de familia, lo que los convierte en potenciales compradores de vivienda.

Entre los estudiantes, solo un 24 % se decidiría a establecer su vivienda en el Centro motivado por la cercanía a los sitios culturales, así como a los establecimientos educativos y al comercio.

En ese contexto, Camacol consideró que proporcionar alojamientos estudiantiles con acceso a internet, alternativas para la alimentación y facilidades para ir a gimnasio representa una opción para la industria edificadora, la cual ya ha sido implementada con éxito en otras partes.

La gabela

El gerente en Antioquia de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Eduardo Loaiza, explicó que para los empresarios el “encanto”, radica en la exención por cinco años en el pago del impuesto predial para ese tipo de construcciones en lotes o espacios ubicados en zonas céntricas como Chagualo, Sevilla, Estación Villa, Perpetuo Socorro y el Parque San Antonio.

El concejal, Jesús Aníbal Echeverri, precisó que el estímulo está orientado a la construcción de Vivienda de Interés Social (VIS, cuyo valor máximo es de 135 salarios mínimos mensuales o 105,46 millones de pesos), y que se está buscando la posibilidad de que se extienda a Viviendas de Interés Prioritario (VIP, cuyo valor máximo es de 70 salarios mínimos mensuales o 54,68 millones de pesos).

Enfatizó en que el beneficio que está en vigor desde enero sólo aplica para las zonas enumeradas por Camacol, consideradas polígonos de renovación urbana, y recae sobre quien se haga propietario de los inmuebles (ver Síntesis).

Sí al cambio, pero...

Para el Centro, eje comercial, financiero y de servicios, el Municipio trabaja en un plan de renovación que apunta a cambiar sus características urbanísticas, entregar espacios seguros, más vías peatonales, ciclorrutas y zonas verdes que fortalezcan el comercio y repotencien la construcción de vivienda.

Los incentivos tributarios hacen parte de esa iniciativa, pero Carlos Mario Bernal, director del Clúster hábitat sostenible de Medellín señaló que ese mecanismo no ha sido suficiente para que los desarrollares de proyectos pongan manos a la obra.

“Nosotros, por ejemplo, trabajamos en un proyecto en el bulevar de San Benito, donde exploramos formas de activar esa parte del centro que tiene una vocación comercial. Y lo que notamos, es que además de los estímulos, es necesario facilitar la norma urbanística, mejorar las condiciones de seguridad en la noche y resolver los problemas de indigencia y tráfico de drogas”, precisó.

En ese sentido, el concejal mencionó que a finales de noviembre se espera tener ordenado el aspecto de estímulos para los constructores, así como los detalles para iniciar la transformación del Centro.